Geoffrey Hill en versión de Gabriel Zaid
RESPúBLICA
Aguda, estridente,
cívica, fanfarria
del desorden. Es
nuestra bandera.
Desatada insolencia
de sumarse
sin distinguirse. Heroismo
de la multitud
gastado en una bronca,
testimonio último
desde hace siglos
que se le concede
como una amnistía.
Y otras lealtades
y enterezas
rotas al invocar
entre jadeos
la cosa pública,
sus leyes arcaicas,
el himnario de goyas.
Y la esperanza en ruinas
tantas veces traída
gloriosamente
desde el más allá.
Murió antier, nacido en 1932, el poeta inglés Geoffrey Hill. En 1994 había aparecido una edición de sus Collected Poems y me atreví, porque advertía las resonancias, a pedirle a Gabriel Zaid que tradujera para Vuelta uno de sus poemas. Su versión me sorprendió, no por la eficacia —que era de esperarse— sino por la libertad de la apropiación. El poema es un cuerpo rencarnado, desde el primer aliento hasta la felicidad del “himnario de goyas” en la penúltima estrofa y el eco, al abrirse la última, de la Lectura de Shakespeare del traductor.
La versión de Zaid apareció en Vuelta en febrero de 1995. La versión de Geoffrey Hill puede leerse en el sitio de Poetry Foundation.