El blog de Aurelio Asiain

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Mes: junio, 2012

Reina en barca de hormigas por el río

El poeta se lava la cabeza

Miro el peine y el agua, y lo que va cayendo.
Lejos mis años y el que fui, ya no me tengo.
No me digas que pierdo cada día el cabello:
mira crecer mejor las barbas de mis nietos.

Shimada no Tadaomi (829 – 891)

*


Kanshi: poema japonés escrito en chino.De la versión inglesa de Burton Watsonen Japanese Literature in Chinese, Columbia University Press, 1975. Corrijo la versión publicada aquí.

washing head

«Washing head» ©dejoule160

No habrá paz

Aunque la suave claridad del tiempo
otra vez en las playas de tu aprecio sonría
y vuelvan sus colores, te cambió la tormenta:
ya nunca olvidarás la oscuridad
que enturbió tu esperanza, el vendaval
que anunció tu caída.

Debes vivir con lo que sabes.
Hay otros más allá, fuera de ti,
en ausencias sin luna que tú ignoras
pero saben de ti sin duda alguna:
quién sabe de qué son y de qué género,
pero tú no les gustas.

¿Qué les has hecho? ¿Nada?
Nada no es una respuesta:
llegarás a creer, cómo no hacerlo,
que lo has hecho, que algo les has hecho;
llegarás a desear hacerles gracia
y a querer su amistad.

Nunca habrá paz.
Pelea pues con todo tu coraje,
todas las sucias tretas que conozcas,
y tenlo bien en mente:
tanto les da la causa que tuvieran,
pues odian sólo por odiar.


W. H. Auden,
versión de A. A.

Señor, las elecciones del domingo

Señor, las elecciones del domingo
fueron un solemnísimo fandango,
pues el pueblo mostrándose zanguango
la vez quinientas mil sirvió de mingo.

Ni dar siquiera pretendió un respingo
al notar que lo echaban en el fango:
¡preso de tus sayones en el mango
no llegó a hacer papel ni de relingo!

Por eso, santo, ante tus plantas vengo
y un proyecto “de chapa” te propongo
que te pruebe el cariño que te tengo:

declara que la patria vale un hongo,
declara que el país es Tianguistengo
y sácanos ¡pardiez! hasta el mondongo.

* * *

Tu prensa que te alaba por la sopa
hace en diversos tonos que se sepa
que tu candidatura ya se trepa
sobre todas las otras viento en popa.

Y aunque con las mentiras hace tropa
y por eso en sus cálculos discrepa,
ya no encuentra camisa que le quepa,
y ancha se está poniendo como estopa.

Mas hoy tu gente que al erario chupa
ve que no queda ya ni una zurrapa,
y eso, glorioso santo, la preocupa….

Si los quieres hartar hasta la chapa
haz un esfuerzo solo, grita ¡upa!
Y das un brinco y te declaras Papa.

Ireneo Paz (1836-1924)

Hace doce años, cuando editaba la revista (paréntesis), Napoleón Rodríguez me regaló una copia del tercer tomo de Cardos y violetas, la “colección de poesías, dramas y sonetos festivos” de Ireneo Paz (1836-1924). Leí de un tirón y con enorme regocijo las casi cuatrocientas páginas afiladas —una fiesta verbal de rimas y lances rítmicos, aliteraciones, juegos de palabras, apodos más o menos transparentes, ironías que el tiempo ha oscurecido, sarcasmos indelebles—, recogí unos cuantos en las páginas de aquella revista y me hice la ilusión de que, habiéndose reeditado hacía poco Algunas campañas (El Colegio Nacional / Fondo de Cultura Económica, 1996) con un postfacio conmovedor en que Octavio Paz señala con justicia que los sonetos de su abuelo “se cuentan entre lo mejor de la poesía satírica del siglo XIX”, algún editor tendría pronto la buena idea de lanzar una edición moderna de los tres tomos —el primero o el segundo recoge los poemas filosóficos y eróticos del autor, alabados en su tiempo—, pero me quedé con las ganas. Hace un momento descubrí que ese mismo tercer tomo se puede descargar o leer en línea en Google Books, de donde bajé la copia que he subido a Issuu e Internet Archive, en donde se lee mejor y de donde se puede descargar en múltiples formatos (pero no insertar aquí).

Debate 132

Micro casas

Justo Sierra presencia el cuchi cuchi

flapper belly dancer

Flapper belly dancer


Vimos luego el
cuchi cuchi, la famosa danza del vientre, bailada o expresada, diremos, por una egipcia de grandes ojos urentes, negros como la hoguera del pecado, de gran boca roja, a manera de herida abierta, y espantosamente sensual sobre la dentadura de marfil africano. A compás de un rítmico movimiento de caderas, el vientre desnudo comienza por plegarse en ondas concéntricas y acaba por verdaderas gesticulaciones convulsivas que le dan un siniestro aspecto de mascarón de fauno epiléptico; no he visto nada ni más curioso ni más horrible. A seguida una blondina y enjuta americana se presentó a hacer lo mismo, y a pesar de sus abominables contosrsiones, no logró sino hacer reír; era la caricatura odiosa y repugnante del cuchi cuchi. No, los cabellos rubios no casan sino con el sensualismo inconsciente de Ofelia o con el pecado sentimental de Gretchen, no con este animalismo erótico de las regiones que el desierto lame con su lengua de fuego.

Justo Sierra, En tierra yankee. En el tomo 6 de las Obras completas, UNAM, 1948, p. 174

Suena la bicicleta

*

Por una de esas felices coincidencias que no podemos sino tomar como signos propicios, me topé con este video unos minutos después de leer, en los Papeles falsos de Valeria Luiselli, «La velocidad à velo».

Un mínimo de cortesía

Confieso asimismo que, cuando se trata de criticar algo, no me ando por las ramas. Me gusta llamar “pan” al pan y “disparate” al disparate. Eso no todo el mundo lo aplaude. Según parece, el hablar claro ha caído en tal desuso que algunos lo sienten casi como agresión. Hace poco alguien me acusó severamente de tratar a mis criticados sin “un mínimo de cortesía y educación” (cita literal). Yo estoy convencido de que cuantas más dosis de buena educación y de formulas de cortesía se pongan en una crítica, tanto más imprecisa y borrosa la vuelven, aparte de que es un desperdicio de papel y de tiempo.

Antonio Alatorre, en “Oficio: filólogo”. Revista (paréntesis), Nº 9-10, mayo-junio de 2001, p. 37

Una casa transparente

*

Más sobre esta casa transparente y sin pisos del despacho Sou Fujimoto, que encarna un ideal persistente de la arquitectura tradicional japonesa y no es la única en su tipo, en design-milk.com.