Las capas

por aurelio asiain

He andado muchas vidas,
entre ellas algunas mías,
y no soy el que era,
aun si algún principio queda
del ser del que me esfuerzo
por no alejarme.
Cuando miro hacia atrás,
como debo mirar
antes de reunir fuerzas
para seguir mi viaje,
veo empequeñecerse
los hitos hacia al horizonte
y alejarse los fuegos lentamente
de campamentos abandonados
que con pesadas alas rondan
ángeles de carroña.
Mis querencias más ciertas
me fueron convirtiendo en una tribu
desperdigada.
¿Cómo reconciliar el corazón
con su fiesta de pérdidas?
Se alza el viento y el polvo
maníaco de mis amigos,
los que fueron cayendo en el camino,
me da amargo en la cara.
Pero me vuelvo, sí,
me vuelvo, algo me exalta,
intacto el ánimo de ir
a donde necesite,
y cada piedra del camino
me resulta preciosa.
En mi noche más negra,
con la luna cubierta,
vagaba entre los restos,
y una nublada voz
de nimbo me lo dijo:
«Vivo en las capas,
no en la basura”.
Me falta el arte
para desentrañarlo,
pero sin duda el próximo capítulo
de mi libro de las transformaciones
está ya escrito.
No he terminado con mis cambios.

Stanley Kunitz
Versión de A.A.